Por muchos años probé diferentes dietas con el sueño de lograr el cuerpo perfecto, porque estaba convencida de que mi solución para ser feliz, sentirme bien conmigo misma y amarme estaba en un cuerpo delgado.

Creía que ese cuerpo delgado era la puerta de entrada a ser aceptada, a sentirme increíble y para encontrar un estilo de ropa con el que me sintiera cómoda y auténtica.

Sin embargo, por mucho que bajara de peso, eso nunca sucedía.

Me preguntaba constantemente:

¿Por qué si he bajado de peso, aún siento que no es suficiente?

¿Por qué aun no me siento plena, feliz ni cómoda con mi cuerpo?

HOY LO VEO CLARO

Y quiero compartirlo contigo…

En diciembre del 2015 con mi marido nos fuimos a viajar por el mundo sin fecha de retorno.

Años anteriores me había ido de intercambio 2 veces (a USA e Inglaterra) y la historia siempre era la misma: volvía con muchísimos kilos demás y con una inseguridad de mi cuerpo muy grande.

Por eso en este viaje, tome la decisión de que esa historia no la quería volver a repetir.

Esta vez quería bajar de peso, pero de una manera diferente y que perdurara en el tiempo.

Hasta ese momento no tenía idea cómo lo iba a hacer, pero poco a poco empecé a aprender sobre cómo nutrir mi cuerpo y a entrenar a medida que el viaje me lo permitía. Dejé de lado el concepto de dieta y me enfoqué en entender cómo debía alimentarme de manera saludable, pero que en el camino realmente lo disfrutara.

Quería disfrutar de la comida, ¡sin culpa ni restricciones!

Me acuerdo que me repetía (y recordaba) constantemente que no me importaba si me demoraba más de lo normal en el proceso, porque quería que esto realmente fuese un cambio de vida real, así que me puse como mantra “lenta, pero segura” para no olvidarme que esto era un cambio de vida que iba a tomar tiempo, así que tenía que confiar y tener paciencia.

No me importaba que los resultados fuesen lentos si realmente lograba un cambio que perdurara en el tiempo.

No quería más dietas, ni soluciones cortas.

No quería volver a sentirme de la forma en que llevaba años sintiéndome.

Estaba cansada de eso…

Quería sentirme bien DE VERDAD, tanto conmigo como con mi cuerpo.

A medida que los meses comenzaron a pasar y encontraba el equilibrio entre una alimentación saludable y el entrenamiento, empecé a notar cambios en mi físico, la ropa me quedaba mejor, yo me sentía mejor y los malestares de estómago comenzaron a desaparecer.

Me sentía más feliz, más activa, más plena.

Todo se veía más lindo a mi alrededor

Yo me sentía más linda

Y comencé a disfrutar.

Porque había descubierto que la verdadera felicidad y amor propio no dependían de un cuerpo delgado, sino que se encontraba dentro de mi, de conectar conmigo misma y encontrar mi propia fórmula de bienestar.

Hoy, las dietas quedaron en el pasado, he encontrado mi propia fórmula de amor propio, plenitud, de alimentación, ejercicios y actividades que realmente me nutren y en el que puedo disfrutar sin culpa ni restricciones.

Por eso, el 2020 en plena pandemia y luego de volver de un viaje de 7 meses por el Sudeste Asiático, entendí que quería acompañar a otras mujeres a encontrar su propio equilibrio, su propia fórmula de bienestar, felicidad y amor propio en el que puedan descubrir lo que realmente les funciona a ellas, lejos del concepto de las dietas, de las restricciones y la culpa.

En marzo del 2021, después de un año de estudio, me certifiqué como Health Coach por el Instituto de Nutrición Integral (IIN) de Nueva York para poder acompañar a mujeres que buscan este mismo cambio en sus vidas.

También en el camino he ido descubriendo diferentes herramientas que me han ayudado a conocerme, entenderme y descubrir lo que realmente me hace feliz y vivir en equilibrio, por eso el 2022 me certifiqué con Maestra de Meditación y Astróloga, ya que creo firmemente que cuando nos conocemos y conectamos con quienes somos y lo que realmente nos hace felices, podemos construir una vida que nos hace sentir plenas, en bienestar y amarnos por sobre todas las cosas.

Es un camino hermoso de auto-descubrimiento y de amor propio que espero de corazón que todas las mujeres podamos vivir y experimentar en esta vida, porque es un camino que por muy diferente que suene, es posible para todas.

¡Te mando un abrazo grande!

Pame